¿El patrimonio para qué?
Opciones y
perspectivas de análisis social, histórico y ambiental*
Antes de iniciar con este ensayo y reflexión en
torno a qué es patrimonio, quisiera advertir a los lectores, que para hacer más
ilustrativa las ideas que pretendo debatir, tomare algunos ejemplos del
contexto de la ciudad de Bogotá y la cuenca del río Tunjuelo, por ser cercano a mi experiencia profesional,
además de mencionar que mi interés investigativo está vinculado a los estudios
socio ambientales, en lo cual hare un mayor énfasis. Teniendo en cuenta a la
naturaleza como un actor histórico de trascendencia en los procesos de
identidad, reivindicación y construcción social.
- Introducción.
En los últimos años ha crecido de manera
exponencial, un profundo interés por las características y detalles que nos
diferencian de otras sociedades, como reflejo de esta comparación, ha surgido
una fascinación por lo que nos hacen únicos y nos identifica. Aleccionados por
la internet, la televisión y otros medios de información, y la facilidad de poder viajar a otros destinos
más allá de nuestras frontera. Ha despertado el auge por conocer las
particularidades etnográficas, culturales y gastronómicas, que va en el sentido
de conocer más de otros, para valorar y conocernos a nosotros mismos.
Esas señales de identidad y particularidad,
representadas mayoritariamente por museos, centros arqueológicos, fiestas y
comidas (entre otras muchas mas manifestaciones culturales) han generado una
corriente de investigación que integra a las ciencias sociales y naturales, en
un beneficio común por estudiar y entender cada objeto material e inmaterial en
un conjunto único, que hacen distintivo a un pueblo, una sociedad, a un país
inclusive a cada uno de nosotros.
El patrimonio como opción de estudio y análisis
de los procesos de construcción y reproducción de los colectivos, ha tomado
renovado interés en estos últimos años. Desde 1972 se firmó la convención del
patrimonio mundial, consecuencia del grave riesgo de perder por el deterioro,
saqueo e extinción bienes muebles e inmuebles representativos. Pero es en 2006 que se firma
la convención sobre el patrimonio inmaterial, reconociendo que nuestro legado y
futuro, va más allá de edificios y objetos, e incluye todo aquello intangible e
inmaterial que da vida a la cultura local y global.
- ¿Qué es el patrimonio?
Intentar hacer una definición sobre patrimonio,
es aún un ejercicio difícil, ya que depende desde qué perspectiva de análisis
se quiere abordar. Este escollo tiene su origen en el mismo inicio y definición
del concepto patrimonio. Entendemos que patrimonio es lo que se hereda, en
nuestra sociedad aquellos bienes muebles e inmuebles que permanecieron de
procesos históricos pasados. La mayoría de ellos por imposición de los gustos
estéticos de las elites dominantes, o como símbolo de dominación social,
política y económica. En contadas ocasiones como emblema de lucha ante la
tiranía, la autoridad y la opresión.
Este cliché ha sido la mayor característica que
ha definido al patrimonio como un concepto de exclusión e historicista. Ha sido
reforzado por las políticas de conservación y difusión del patrimonio, además
que los profesionales que han tratado el tema, han provenido de las ciencias
históricas, como la historia del arte, la arqueología y la arquitectura entre otras disciplinas
similares (valga anotar que también ha influido el turismo en definir y usar que es patrimonio). En Bogotá la mayoría del patrimonio que se considera de interés,
está vinculado a los bienes inmuebles como iglesias, edificios afines con el
poder político, económico e inmuebles exhibidos y protegidos en museos, que
reflejan los gustos generacionales y de las élites, en torno al arte, lo
curioso o étnico y la estética de cada época.
El otro gran problema para especificar y
delimitar qué es patrimonio, es como ya se ha mencionado el carácter de ser una
herencia que se nos transmite como colectivo, pero que en el transcurso del
tiempo en que esos bienes son trasladados entre las generaciones, los desastres
naturales, conflictos bélicos, cambio de uso o simplemente por falta de interés
o descuido, han aumentado o disminuido en cantidad, o se transformaron,
cambiaron o desaparecieron. Esto nos muestra que el patrimonio no es fijo, es
móvil según las circunstancias sociales, ambientales, políticas y económicas,
en las que fueron gestados.
Un hito urbano que nos puede ilustrar cómo el
patrimonio se refuerza por los discursos de la elite y la inmovilidad, es el
ejemplo del 9 de abril de 1948, donde se utilizó la excusa de la destrucción,
incendio y destrucción de los edificios más emblemáticos que había sobre la
carrera 7º, para explicar la decadencia y depredación arquitectónica del casco
histórico de la ciudad, atribuyendo tal suceso a la multitud enfurecida por el
asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. Recientes estudios históricos y
arquitectónicos nos demuestran otra realidad sobre este hecho, donde políticas
de desarrollo urbano, intereses inmobiliarios o simple transformación de los
gustos arquitectónicos, cambiaron la cara del antiguo centro histórico, por el que conocemos ahora.
El superar el carácter historicista y de clase,
conjuntamente con la inmovilidad social, temporal y espacial de lo que creemos
que es patrimonio, nos permite ver por encima de estas barreras conceptuales.
Se nos abre entonces un amplio campo de posibilidades, en la medida que
entendamos que el patrimonio va más allá de las definiciones de clase, e
incluimos a toda la sociedad en su conjunto, como creadora de patrimonio, es un
proceso voluntario de toma de conciencia colectiva, respecto a alguna o algunas
manifestaciones culturales propias. Donde se resalta aquello que da representatividad
e identifica al grupo como único respecto a otros.
Si además aceptamos el carácter de herencia y legado, el patrimonio cumple la
función de respaldar la transmisión de los elementos con los cuales se
garantiza la reproducción del colectivo.
- Qué clases de patrimonio hay (tipos de patrimonio)
Es obvio decirlo pero la respuesta es uno, lo
que nos identifica y nos da representatividad (patrimonio Cultural) pero siendo un poco más sutiles
y amplios, hay muchos elementos y bienes que dan identidad y representan a un
colectivo. Desde los procesos históricos
pasando por la cultura y los recursos biofísicos, un amplio abanico de
posibilidades para analizar.
Esto nos permite hacer una subdivisión en torno
a qué patrimonio estamos investigando o reconociendo. Se ha comentado el
dominio que ha tenido y tiene las ciencias históricas en señalar y decirnos qué
es patrimonio, pero hay elementos no visibles como la comida que dan representatividad
a un grupo. ¿Qué seria de los bogotanos sin el ajiaco? Patrimonio inmaterial
que identifica a Bogotá con una sopa. Pero más allá del plato, es un bien
cultural en relación con la historia de las costumbres dietéticas, del
aprovechamiento de los recursos naturales, el mestizaje de productos españoles
e indígenas, para ser una marca de identidad y bien común de la ciudad.
Lo anterior es un ejemplo de cómo un objeto o bien
cultural, como el ajiaco incluye valores patrimoniales como el histórico, el
ambiental: los ingredientes, cultural: el mestizaje de los productos, que nos
permite otra dimensión de comprensión. Como se ha resaltado el patrimonio es lo
que identifica, representa y permite la reproducción del colectivo. Haré una
breve lista de ejemplos de lo que puede ser patrimonio en Bogotá, como
perspectiva a nuevos y alternativos análisis históricos.
3.1 Pantanos y nido de
ratas a oasis de vida y reivindicación. El patrimonio biológico.
Para muchos bogotanos es desconocido qué es una
Tingua (Porphirio martinica), un ave endémica y única del altiplano
Cundiboyacense, su habita son los humedales de la sabana de Bogotá. A comienzos
del siglo XX hubo 50.000
hectáreas de humedales en los alrededores de la ciudad,
a comienzos de este nuevo siglo, solo quedan 800 hectáreas de
estos espejos de agua. El crecimiento urbano devoró literalmente estos ricos
ecosistemas acuáticos. Por años fueron combatidos y desaparecidos bajo
toneladas de escombros y la construcción de conjuntos residenciales, en nombre
de la salud pública y el progreso de la ciudad.
Unas décadas atrás para nuestros abuelos y
padres, un humedal era connotación de lugares de crimen, malos olores y un feo
problema urbano. Los recientes discursos en torno a la protección de la
naturaleza, y la preocupación por el futuro, permitieron la movilidad
generacional de la idea de un espacio negativo, a un lugar donde los
conocimientos ancestrales sobre plantas endémicas, animales nativos y paisajes
propios, dio cabida a las luchas barriales y de grupos de jóvenes, que
reivindicaron como bandera de identidad, la protección de los humedales. En la
actualidad son casos de importancia internacional, los humedales Santa María
del Lago, Córdova y el más representativo por las implicaciones sociales, el
humedal de la Conejera
en la localidad de Suba, no son solo patrimonio de las comunidades que lo
protegieron sino de la ciudad.
Este ejemplo sobre humedales y espacios
naturales de relevancia, nos muestra que la protección de la naturaleza como
patrimonio, no es solo importante por el valor de sus recursos, sino por el
proceso histórico y social de lucha, por crear y activar un capital común, la
conjunción de la historia con los estudios ambiéntales.
3.2 Entre piedras y
arena, historia de chircales y canteras.
El patrimonio Geológico.
Qué hubiera pasado en la vida de padre Camilo
Torres Restrepo **, de no haber conocido los chircales del sur de la ciudad, gran parte de
sus inquietudes por las desigualdades
sociales no habrían germinado al conocer la brutalidad y dificultades,
de aquellos que basaron su sobrevivencia, al raspar arena de las lomas y cocer
ladrillos al frio y la aridez del sur de la ciudad.
Hablar de recursos geológicos, no despierta
gran interés, ya que están debajo de nuestros pies, muy hondos en el suelo, por
lo tanto pasa desapercibido para la mayoría de las personas. En el siglo XIX,
para los bogotanos, los chircales fueron un paisaje habitual y domínate en los
cerros orientales. Fueron un tema común en las tertulias y las ordenanzas
municipales, por los estragos que causaron los chircales ubicados arriba del
paseo Bolívar (hoy avenida circunvalar entre calles tercera y 26) sobre los
bienes y personas de esta zona de la ciudad.
En la actualidad, las grandes canteras de grava
y material pétreo (fundamental para elaborar concreto) ubicadas en la cuenca
media del río Tunjuelo, y los chircales de Ciudad Bolívar y la localidad de
Usme, son un recuerdo de las huellas que marcaron la fisonomía de la ciudad en
el siglo XIX y siguen marcando un siglo después a la ciudad. Su legado ayer como hoy, son las
luchas por cerrarlos, y evitar sus efectos ambientales sobre las personas que
viven en sus alrededores.
Este tipo de recurso, un elemento con efecto
negativo sobre el ambiente, se patrimonialaza por ser referente de lucha
social. Es el caso de las actuales organizaciones sociales de la cuenca del río
Tunjuelo, los cuales nos muestran cómo un recurso natural con un alto valor económico (las canteras son
propiedad de multinacionales) y un amplio alcance social, fuente de empleo en
la zona, identifica una causa social y
un movimiento por la defensa del paisaje y la salud pública.
Es redundante mencionarlo, pero estos grandes
agujeros en la tierra, visibles desde el espacio, y las manchas amarillas que
carcomen los cerros sur occidentales y orientales (localidades de cuidad
Bolívar y Usme) son un distintivo que representa las exigencias, y causas del
movimiento social y ambiental del sur de la ciudad. Nos muestra un ejemplo de
cómo recursos geológicos y lucha social, son activadores de patrimonio.
3.3 Del sendero muiscas al palo del ahorcado,
la construcción del territorio y sociedad. Patrimonio cultural o etnográfico.
Porcentaje representativo de las luchas y los
movimientos sociales en Bogotá, está mediado por intereses y reivindicaciones en
torno a los problemas ambientales, la representación política y la exclusión
económica. El movimiento social ha crecido alrededor de crear símbolos que les
de una representatividad y una unidad como grupo. La naturaleza y los procesos
históricos son fuente para crear estos distintivos de identidad.
El Palo del Ahorcado en Ciudad Bolívar, ubicado
en el barrio Arbolizadora Alta, debe su importancia a su estratégica posición,
en una lugar que domina una amplia extensión de terreno, lo hace visible a
todos en esta zona, sumado a que por varios años fue de los pocos arboles
sobrevivientes a la urbanización de Ciudad Bolívar. Por años ha acogido las
peregrinaciones de los viernes santos, además de recoger las leyendas de
suicidas y apariciones de fantasmas y espantos.
Todos estos elementos donde la religión, la
superstición y el referente geográfico para los habitantes, se han convertido en
un símbolo de identidad y representatividad. Este árbol ha acompañado la
urbanización y la vida cotidiana de esta zona de la ciudad, su presencia física e imaginaria, a través del
tiempo se ha vuelto un bien cultural, construido por la comunidad.
En la localidad de Usme se viene utilizando el
legado Muisca, en procesos de construcción social y territorial. Grupos
juveniles como Corporación Casa Asdobas,
liderado por Héctor Vázquez “Morris”
quien con otro grupo de jóvenes y Ong´s, han realizado una serie de
actividades, como caminar la localidad, llevando a cientos de niños,
estudiantes de los colegios locales, voluntarios y curiosos. Quienes han puesto nombres a trochas y caminos como
el sendero Muisca, en Usme o el sendero Suany en la zona sur del parque entre
nubes.
Este tipo de actividad, que si bien es lúdica y
pertenece al mundo del senderismo, es
una forma figurada de apropiarse del territorio por los jóvenes de la comunidad,
y es identificar el territorio con el pasado ancestral, y volver este legado un
símbolo de identidad propio. Este tipo de actividades donde se reivindica el
capital etnológico, es un interesante caso a estudiar, de cómo se realiza la
apropiación simbólica y física del espacio biofísico y cómo se construye y
activa el patrimonio cultural.
- Alcances de las nuevas definiciones en torno al patrimonio.
Como se ha analizado, tenemos un amplio abanico
de opciones para identificar qué es patrimonio. En el caso que se comentó sobre
la construcción del patrimonio etnográfico y cultural, que se activa desde las
bases sociales, nos permite una inquietante pregunta, ¿Quién construye y hace
el patrimonio? ¿El científico social, las elites, la sociedad en su globalidad?
Es una pregunta capciosa que le da razón a todas las posibles respuestas.
La solución a esta pregunta nos permite varias
opciones para su construcción y definición. Me atreveré con tres sugerencias,
orientadas a una visión más amplia sobre el concepto patrimonio. Una primera
alternativa es el enfoque del problema,
abordado desde las ciencias sociales y ambientales o juntas desde los
estudios interdisciplinarios, nos abre la posibilidad de definir el patrimonio
fuera de los museos y ponerlo a las necesidades más apremiantes del desarrollo
sostenible y la conservación de la naturaleza y las tradiciones sociales.
Una segunda opción es la pertinencia y
oportunidad de los estudios en patrimonio sobre entornos sociales complejos o
vulnerables. Al superar las ideas preexistentes sobre el carácter de elite e
inmovilidad espacial y temporal, hay que poner de frente a la comunidad con su legado material e
inmaterial, como una opción de identidad y reivindicación de derechos sociales
y culturales, como iniciativa a alternativas políticas y económicas de
desarrollo.
La ultima sugerencia para identificar quien
construye o hace el patrimonio, es la inventiva, imaginación y pertinencia para
plantear el problema, esto puede sonar muy metafísico y espiritual, pero en el
caso del patrimonio intangible o inmaterial, su uso y vivencia esta caracterizado
por la cotidianidad y su empleo común, muchas veces por no decir todas las
ocasiones, pasa desapercibido toda su carga y legado cultural, social y
ambiental, por ende su desaparición a veces es solo un sordo sonido en la
inmensidad.
Abrir el debate sobre la importancia del patrimonio histórico, natural
y cultural es función nuestra como historiadores, antropólogos u otros
científicos. En nuestro contexto nacional, cruzado por una larga guerra que ha
generado procesos de desarraigo del territorio (desplazamiento forzado) primer
escenario de la creación del patrimonio, de una apertura económica que cambió
los modelos y artes tradicionales de producción rural y la globalización de
nuestras costumbres, lenguaje y comportamientos sociales. Es imperativo el
rescate e identificación de nuestro legado, no solo como un modelo y
alternativa de análisis a los procesos sociales, sino como reivindicación de
nuestra identidad cultural y conservación de nuestros recursos sociales y
naturales.
5. COCLUSIONES.
Un parque infantil sin la presencia de los niños,
solo es un espacio vacío en la ciudad, igual ocurre con el patrimonio si no se
conoce y vive, irremediablemente esta condenado a desaparecer. El patrimonio
mas allá de ser un objeto en una vitrina de un museo, un cuadro colgado en una
pinacoteca, o un bonito edificio del siglo XIX, es un concepto que representa
identidad, pertenencia y mantiene viva las raíces de la sociedad.
Debemos ser solo testigos de bienes muebles e
inmuebles inertes, o dar vida a lo material e intangible. Y aquí hay otra
puerta de oportunidades para el científico social. Lo que hace especial al
patrimonio es su vitalidad para lograr que se conozca y que se mantenga vivo.
La divulgación y difusión del patrimonio es un ejercicio pendiente en Colombia,
aun creemos que es solo responsabilidad del Ministerio de Cultura o las
secretarías locales encargadas del tema.
También nos concierne, como ejercicio narrativo
y propuesta metodológica, sacar el conocimiento de la academia y ponerle cara y
rostro a las necesidades que muchas personas que tienen por curiosidad e
inquietud, saber sus orígenes como
colectivos y proyecto social. La difusión y divulgación del patrimonio nos
ofrece alternativas al ejercicio profesional.
Más allá de la historia, hay un océano de
alternativas en estudios patrimoniales para los historiadores, pues nos permite
desde otras disciplinas y conocimientos abordar cuestiones esenciales de los
procesos sociales: que nos identifica, con que mecanismos se reproducen las
sociedades y proponer soluciones a problemas que desde otras vertientes del conocimiento
se han estancado. Como el desarrollo sostenible, tecnologías alternativas y de
bajo impacto energético, que desde la historia y el rescate de lo patrimonial
nos puede ofrecer respuesta a esta y otras preguntas en la actual coyuntura
social y ambiental.
*Osorio Osorio, Julián Alejandro. (2008) ¿el patrimonio para qué? Opciones y perspectivas de análisis social, histórico y ambiental. En; Grafía, cuaderno de trabajo de los profesores del Departamento de Humanidades, Universidad Autónoma de Colombia. Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia, Noviembre de 2008, pp. 189 a 194. ISSN: 1692 – 6250. (articulo protegido por Copy Right)
** Camilo Torres Restrepo. Bogotá (1929 - 1966) Sacerdote católico, Pionero en Colombia en la teoría de la Liberación, co-fundador con Orlando Fals Borda de la Facultad de sociología de la Universidad Nacional de Colombia.y uno de los fundadores del Ejercito de Liberación Nacional - ELN.
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Barcelona: Ediciones Ariel, 1997.
RODRIGUEZ BECERRA, Salvador.”Patrimonio
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PÁGINAS WEB:
www.earth.google.com/Bogotá/
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