sábado, 21 de agosto de 2010

Epístolas reflexivas.


Cesar Augusto Ayala Diago:

"Ya no hay historia en colegios ni escuelas. Por el desarrollo de las otras ciencias sociales? Mentira, es porque se le teme a la historia, porque ayuda a saber que pasó y que puede pasar, porque a los gobernantes les da verguenza haber construido el país que tenemos".

(porfesor y maestro; quien me enzeño que es y debe ser historia)

Reflexión:

Si esperamos a que el estado o alguien corrijan los errores, en la educación básica y secundaria en ciencias sociales, estamos pifiados y posando de torpes espectadores; hay que tomar iniciativa, usar las Tics (como lo hace César en su muro de Facebook u otros en E-books con libre acceso, blogs y sites) y olvidar que por escribir y esperar a vender libros (como los grandes cantantes pop y de rock a quienes les llueve las regalías) esperando a que las gentes se vallan educar con la cultura atrapada detrás de una vitrina.

Sugiero la iniciativa de la difusión sin restricciones de las ideas y textos (bajo el copy left y Creative Commons), volver a las comunidades y alejarse de ves en cuando de las aulas y estrados de las conferencias. Un poco de humildad del gremio sería suficiente para llevar educación y cultura a donde el estado se le olvido que había personas y necesidad de conocimiento.

miércoles, 28 de julio de 2010

Se vaca ¡Quiere a los toros!


La reciente ley aprobada en el Parlamento Catalán de prohibir la llamada fiesta brava en Cataluña, ha causado renovado interés sobre la prohibición de la tauromaquia. Es muy interesante como van y vienen argumentos a favor y contra de dicha tradición, cada bando con iguales o mejores argumentos.

La conciencia en pro de los derechos de los animales aduce, y con sobrada razón que la crueldad humana, plasmada en una faena en un ruedo, es un espectáculo que debió caducar hace siglos cuando la humanidad tuvo a su deber la modernidad, los discursos sobre los derechos universales y la occidentalización del mundo.

Pero sin menor desprecio y mayor razón, aunque hay algunos que hacen mejor oficio quedándose callados, como los expertos colombianos sobre tauromaquia. Los toros de lidia son parte y esencia de la identidad y cultura de pueblos como el español, que desde las cuevas de Altamira, nos recuerda la estrecha relación entre humanos y bestias, necesaria para la sobrevivencia de ambos, sea atreves de la cacería o la domesticación de este gran rumiante.

Pero la palabra eje para defender la tauromaquia, se queda en TRADICIÓN, acompañada de cultura y legado. Si ese fuera el argumento, por tradición las mujeres no tendrían voto, por legado la religión católica sería la única y universal y por cultura la homosexualidad seguiría siendo tratada como un delito y enfermedad que combatir.

Lo que nos hace especiales como especie y seres, es la capacidad de cambio y adaptación a las nuevas circunstancias, algunas tan traumáticas como las guerras mundiales o fratricidas como nuestra guerra, que nos hace valorar mas nuestra vida e existencia, o gratas como al revolución de las TICs y que les permiten conocer este blog, sin esperar meses a que llegue una carta.

La tradición hija de la cultura y prima del legado como concepto y teoría, conlleva entender y asumir el CAMBIO, la cultura estática como los museos es vida que ya paso, solo representa un pasado con sus problemas y aportes. Es por este motivo que la tauromaquia no debe de escudarse en la tradición por que la cultura es dinámica, es movimiento, innovación. La virilidad o el valor ya no se exhiben enfrentándose a un toro, ni yendo a la guerra, está en evitar la muerte innecesaria de seres vivos, entender que la crueldad no es arte, y que la vida sin importar de quien o que ser sea, es el valor máximo, y principio primigenio y universal al respetar la existencia de todos y todas las formas de vida en este planeta.

martes, 20 de julio de 2010

Los Historiadores Pop Star Vs. Silveria Locumi y Charles Ocoró. Otros 200 años más, de próceres, hechos y anécdotas ¿y qué hay de nuevo?



El renovado interés, alegría y ánimo que se siente en este 20 de julio, sorprende por la participación de las gentes en diversos eventos y regiones que cruzan el país. Un ejemplo son las 46 rutas , destinos turísticos que van desde la casi olvidada gesta de Mutis, otras publicitadas en Discovery Chanel como la ruta Libertadora, sin olvidar aquellas como la ruta del sueño de los Comuneros. La cuestión es bajo que medios se celebran, quien pone el dinero para hacer esta gran fiesta nacional y que mensaje se trasmite.

Como historiador señalo la repetición de conceptos e ideas sobre la independencia, podremos tener más próceres, nuevos discursos, más hallazgos de hechos, personajes y eventos, la inclusión de la visión de género sobre la participación de la mujer durante el siglo XIX, entre otros denodados esfuerzos de la academia, el estado y otros, por recordarnos que es ser colombiano.

Sin embargo escuchando a renombrados historiadores por televisión y radio, los pasionales discursos de políticos sobre la independencia y las insulsas reflexiones de la farándula criolla sobre el bicentenario, me dejan la conclusión que la educación y la cultura es una tarea pendiente y aun por hacer en este mar mediático de discursos dirigidos a mantener el establecimiento social y la ignorancia pública, y difuminar una identidad, dividida por los 9 millones de uribistas y santistas, y los otros que piden, reparación, justicia o solo comida y techo en el país de la seguridad democrática.

Al primero que acuso de este vacío es a los que nos denominamos academia (incluido quien les escribe), historia para historiadores y bibliotecas, sin gente ni auditorio más allá de los pomposos congresos, y la instalaciones de los campus universitarios, Olvidando que el conocimiento es un derecho universal y no privilegio de los que estudiamos en subsidiadas universidades públicas y ostentosas privadas.

Si hay historiadores para el pueblo y la gente común, Silveria Lucumí y Charles Ocoro (Profesor super O) deberían ser el modelo de cátedra y premio nacional de cultura. O si me voy como atrevido, no es Jaime Jaramillo o Ramón de Zubiriía los grandes historiadores del país, al gremio se le olvido que la investigación es autista sin la divulgación; Por eso Diana Uribe y su programa Historia del Mundo, es la maestra (no la doctora por que sobran muchos con ese título) para millones de Colombianos y salón para otros que no pueden acceder a libros e investigaciones muy bien conservados en bibliotecas y universidades.

Esta es una celebración sin contenido, sin critica ni educación, parece más una vitrina para historiadores, sociólogos, antropólogos que venden solo discurso pero no educación, pero es más una celebración del establecimiento político, el de la Unidad nacional, que solo perpetua un orden de cosas, social y económico. A este bicentenario le falta gente, negros, indígenas, desplazados, analfabetos y sabios, sobran desfiles de armas y rutas de ocio.

Julián Osorio

http://julian-osorio.blogspot.com/

miércoles, 7 de julio de 2010

POLVO SOMOS, CERÁMICA HACEMOS!!!!


UNA SENCILLA TAZA JETONA.


Muchas preguntas surgen al recapacitar que hacemos y hacia dónde vamos, preguntas que surgen ante la incertidumbre de saber quiénes somos; pregunta que cada cual deberá responderse a si mismo
Más allá de las deliberaciones filosóficas y las teorías sobre que es la identidad, las minucias de la vida nos dan pistas y marcan el camino hacia esa respuesta, quienes somos. La memoria, el recuerdo el día a día marcan ese camino. Una simple taza de aguadepanela, no las made in China o los mugs del café, una sencilla taza jetona, que nos brindo a muchos, cálidas noches de confort, alivio para gripas rompe huesos o animo onces o algo con queso y arepa. Una taza de aguapanela tradicional es una pieza más en ese rompecabezas de definir qué es ser colombiano.


CERÁMICA MONTAÑERA.

Con esta entrada la Blog quiero hacer un recorderis, y homenaje a un bien cultural como la cerámica de Carmen de Viboral, en charla con el Maestro Francisco J. Carmona Quintero del Taller de Cerámica Esmaltarte (http://www.myspace.com/esmaltarte), mencionaba su preocupación por los poco maestros que quedan (seis) y la falta de relevo generacional para transmitir la tradición de la cerámica hecha a mano, hay que mencionar que hay una docena de talleres cerámicos pero mecanizados.
Pues no sobra dejar dicho que cuando sostenga un mugs con café, no olvide que muchas años atrás y usted y otras personas, disfrutamos el calorcito en la cara de una agudepanela en una taza jetona.